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La Congregación

Los Misioneros de los Sagrados Corazones de Jesús y María es una congregación contemplativa, comunitaria y misionera que trabaja para devolver la dignidad a los más desfavorecidos.

El corazón encuentra su máxima expresión en esta comunidad religiosa que se refiere a él como símbolo de la profundidad del ser humano; el centro en el que nacen las opciones morales y nutre las decisiones más íntimas y comprometidas.

Como consecuencia, los Misioneros de los Sagrados Corazones divisan la fe desde la perspectiva de la solidaridad y la compasión. Predican abiertamente los rasgos del amor, la cordialidad y el perdón del Evangelio; al tiempo que sus ideas, compromisos y acciones desprenden siempre un toque cálido y cordial.

Los «traspasados» son quienes sufren cualquier tipo de injusticia o discriminación y la misión de la Congregación es trabajar para que éstos recuperen la dignidad que les ha sido arrebatada.

De la misma manera que Jesucristo en la cruz se dejó «traspasar» el costado por una lanza, los Misioneros de los Sagrados Corazones se dejan «traspasar» por lanza de la injusticia y la insolidaridad; y actúan para aliviar el dolor de los heridos por el hambre, la guerra o cualquier otro sufrimiento de nuestro mundo.

Fundada en Mallorca hace 125 años por el Padre Joaquim Rosselló, la orden de los Misioneros de los Sagrados Corazones se encuentra inmersa en una profunda transformación con dos hechos destacados: la incorporación de vocaciones nativas, dándose la circunstancia de que muchas de ellas provienen del continente africano, y la progresiva incorporación de los laicos en el día a día de la Congregación. Es así como, juntos, religiosos y laicos han empezado a compartir su espiritualidad.

Los Misioneros de los Sagrados Corazones necesitan el compromiso de personas dispuestas a trabajar a favor de los desfavorecidos, colaboradores que se sumen a la causa de los «traspasados» y estén convencidos que en un mundo «descentrado» por el hambre, la violencia y largas filas de exiliados, vale la pena tratar de reparar el centro roto que es el corazón humano.

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El Padre Joaquim Rosselló

Joaquim Rosselló Ferrà fue sacerdote y fundador de los Misioneros de los Sagrados Corazones.

El Padre Joaquim nació en Palma el 28 de junio de 1833. Fue el sexto de los ocho hijos del matrimonio formado por Gabriel Rosselló y Maria Anna Ferrà; ambos servían en la mansión señorial de los señores Gual de Torrella, una acaudalada familia de la nobleza mallorquina. El pequeño Joaquim, Ximet, tal y como le llamaban sus padres, sintió pronto una fuerte inclinación espiritual que se manifestaba en sus continuas escapadas a la iglesia para rezar o sus gestos de caridad.

Durante su adolescencia, entró en contacto con el jesuita, Gregorio Trigueros, quien le inspiró para seguir adelante con su vocación religiosa. Cursó estudios en el seminario de Mallorca y fue ordenado sacerdote en 1858. Ingresó en el Oratorio de Sant Felip Neri y tras ejercer durante 25 años en Palma, en 1890 cumplió su sueño de retirarse a realizar vida de contemplación en la ermita de Sant Honorat, en la montaña de Randa. En este bello enclave se formó una pequeña comunidad de sacerdotes y se convirtió en un lugar de retiro y ejercicios espirituales.

Aunque su deseo era el de crear una pequeña comunidad, el obispo de Mallorca, Jacint Maria Cervera, lo animó a fundar una nueva congregación y, partir de la comunidad de sacerdotes de Randa, el 17 de agosto de 1890 se fundó la orden de los Misioneros de los Sagrados Corazones de Jesús y María, devoción que desde su adolescencia le había acompañado. El año siguiente fue confiado al Santuari de Lluc, donde se instaló la sede de la recién nacida congregación y lugar en el que residió hasta el año 1906. Como prior del santuario, lo reformó y modernizó. Más tarde se trasladó al Monestir de la Real, antigua abadía de los cistercienses en aquellos momentos abandonada. También fundó una casa en la iglesia de Sant Gaietà en Palma. Murió en 1909 y fue enterrado en el cementerio de Palma. Sus retos fueron trasladados a la iglesia de los Sagrados Corazones de Mallorca.

Su vida es un modelo de amor a Dios, desprendimiento personal y trabajo misionero como apóstol de los Sagrados Corazones. En 1934 se inició su proceso de beatificación. La Sagrada Congregación para las Causas de los Santos hizo público el 2 de mayo de 2013, el decreto que reconoce las virtudes heroicas del siervo de Dios Joaquim Rosselló.

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